José Luis Mozo, miembro de la Junta Directiva de APREMIE en El Norte de Castilla
En momentos de crisis, como los ocasionados por la reciente DANA, la respuesta eficaz depende de una palabra clave: coordinación. José Luis Mozo, vocal de la Junta Directiva de APREMIE comparte en El Norte de Castilla las claves de la actuación de APREMIE y su enfoque ante este desafío.
Desde la colaboración con asociaciones homólogas hasta la donación de recursos económicos, Mozo destaca cómo la unión del sector ha sido fundamental para restablecer servicios críticos, como el suministro eléctrico, y apoyar a las empresas afectadas. .
VALLADOLID. «Coordinación, coordinación y coordinación». Esa es la prioridad ahora mismo para recuperar la zona afectada, según José Luis Mozo, vocal de la directiva de la Asociación de Empresarios Instaladores Eléctricos, Telecomunicaciones y Telecomunicaciones de Valladolid (APREMIE), CEO de Uniona Soluciones Globales y consejero en Fenie Energía. En su opinión, desde el inicio de la catástrofe, el caos inicial puso en evidencia la necesidad de una gestión eficiente. «El pueblo salva al pueblo suena bien, pero la realidad es que muchas veces se generan más problemas que soluciones», señala. Según su relato, tras tomar conciencia de la magnitud del desastre, la asociación de Valladolid se puso en contacto con su homóloga en Valencia, ASELEC, para coordinar esfuerzos y evitar la duplicación de recursos.
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«Decidimos esperar instrucciones en lugar de actuar de manera desorganizada», afirma Mozo. «Las comunicaciones con nuestros compañeros valencianos han sido muy lentas, todo vía WhatsApp. Estamos atentos a lo que demanden porque lo que queremos es ayudar, no ser un obstáculo en zonas ya saturadas», opina.
Uno de los mayores retos tras la DANA fue el restablecimiento del suministro eléctrico, que afectó a más de 155.000 viviendas y locales. Alrededor de unas 14 empresas vallisoletanas acudieron de forma inmediata a la zona llevando su propio material, incluidos generadores y herramientas específicas para devolver la luz a zonas prioritarias. Sin embargo, recalca que la intervención dependía de la coordinación con Iberdrola, responsable de las redes de distribución. «Iberdrola lo hizo muy bien y muy rápido para dar suministro. En cuando lo hubo, los instaladores pudieron trabajar», explica.
Pensar en el largo plazo
Más allá de la respuesta inicial, Mozo subraya la necesidad de pensar en el largo plazo. APREMIE decidió donar 3.000 euros, una cifra significativa para sus recursos. También la fundación de Fenie Energía ha destinado 25.000 euros a ayudar a sus empresas asociadas afectadas, a retomar su actividad y 1.000 euros para sus clientes afectados, además de suspender los cortes de suministro por impago.
«Lo que no queremos es quitar trabajo a las empresas locales. Es prioritario que puedan recuperarse y volver a generar empleo», enfatiza Mozo, quien también insiste en que las decisiones «deben ser técnicas y no políticas», y destaca que la ayuda «debe ser inteligente y sostenida en el tiempo». Sin embargo, también alerta sobre posibles consecuencias negativas, como inspecciones que penalicen a quienes actuaron de buena fe, pero sin ajustarse estrictamente a las normativas. «La realidad es que las empresas han hecho un esfuerzo enorme, asumiendo costes y riesgos», concluye.
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